El ex presidente de México, Vicente Fox, advirtió este domingo que no piensa retirarse de sus convicciones, ni de su militancia política y que no piensa frenar, ni detener el paso “para que no me alcancen mis enemigos”.
“Marta y yo no nos vamos a retirar. Vamos a luchar hasta el último de nuestros alientos. Porque, quien se retira y se detiene, empieza a morir. Y a quien frena el paso, le alcanzan sus enemigos”, dijo Fox en alusión a su peculiar huida hacia ninguna parte para tratar de escapar del torrente de críticas y polémicas que le han perseguido en el curso de los últimos días a raíz del escándalo provocado tras la publicación de las fotos de su rancho en San Cristóbal.
“Yo ya no me voy a detener a discutir el pasado. Hubo errores, pero también aciertos. Y hoy sólo miro para adelante. Hoy sólo miro y me concentro en mi misión de defender los valores de la libertad y la democracia contra los populistas como los Hugo Chávez, los Evo Morales o los López Obrador en México o América Latina”, dijo Fox para mostrarse a sí mismo como un paladín de la democracia y desmarcarse de las acusaciones de enriquecimiento inexplicable y corrupción que le han perseguido a lo largo de su gira por los Estados Unidos.
“Hoy formo parte de la Internacional Demócrata de partidos de Centro. Y desde ahí estaré en mi trinchera. Yo quiero estar en el frente de batalla y seguir cabalgando pero ya no solo, sino con Marta a mi lado.
Quiero poner mi granito de arena a la hora de defender estos valores humanistas y democráticos en todo el mundo”, aseguró. La intervención de Fox, en el marco del Primer Encuentro Nacional del PAN en Estados Unidos, tuvo un carácter caótico y tumultuoso con la intervención de varios espontáneos que le gritaron “ladrón” o “traidor a la democracia” y le exigieron cuentas por la ausencia de pudor a la hora de posar para una revista para alardear de su riqueza.